Presenta una delgada pared interna, y el suelo interior ha resurgido por efecto del flujo de lava basáltica.
El brocal aparece un tanto desgastado e irregular, pero conserva una forma casi circular y no es invadido por ningún cráter más pequeño significativo.
El suelo interior está marcado exclusivamente por una multitud de pequeños cráteres, con un pequeño cráter sin nombre en la sección sur-sureste de forma excepcional.
El cráter lleva el nombre del matemático británico Horace Lamb (1849-1934).
Por convención estos elementos son identificados en los mapas lunares poniendo la letra en el lado del punto medio del cráter que está más cercano a Lamb.