Este ejército constaba de cuatro escuadrones.
El uniforme constaba de un pantalón color granate con trabillas y espuelas, chaqueta verde con cuello y vivos carmesí, boina encarnada con borla blanca, capote gris de esclavina larga y cuello encarnado.
El armamento consistía en una lanza con banderola amarilla y encarnada, sable con puño dorado, montura con caparazón de piel.
Este aspecto es el que tenía a mediados del año 1835, cuando el gobierno carlista se había asentado en el País Vasco y disponía de importantes medios económicos.
El enorme tamaño y peso de sus lanzas, lo que las hacía menos manejables, contribuía a hacer descollar aún más su rara y salvaje apariencia...».