Es característica de la región eurosiberiana y supone una degradación del bosque mixto atlántico.
Está formada por matorrales como la retama, el tojo o el brezo, que puede llegar a alcanzar hasta cuatro metros de altura.
Se asienta sobre suelos pobres, poco aptos para cultivo.
[1] Estos espacios arbustivos son etapas inmaduras del ecosistema.
En estas zonas de suelos pobres los árboles fueron talados o quemados y su regeneración se impidió a causa del pastoreo o uso regular del fuego.