[1][2][3] El nombre del documental se debe a que el conjunto español fue bautizado por algunos medios como las Niñas de Oro tras los Juegos Olímpicos.
Dicha deuda no fue saldada hasta varios años después tras la intervención de abogados.
[11] Según Beltrán, la idea que tenían era realizar preguntas similares a cada una para usar las coincidencias y discrepancias como un recurso en la sala de montaje.
En un primer momento, las únicas ajenas a la producción que pudieron ver el documental fueron Estela Giménez y Lorena Guréndez.
Las cinco entregas del documental fueron subidas una vez que cada video obtenía un número de visitas.
[15] Respecto a la acogida del documental, Beltrán se manifestaba así en una entrevista en diciembre de 2013: