Las hadas de Cottingley

En julio de 1917, cuando se tomaron las dos primeras fotos, Elsie contaba con 16 años y Frances, 10.

Elsie era una consumada artista extremadamente dotada que pintaba paisajes y retratos, principalmente con acuarela.

1 Magazine Type Falling Plate 1/4) e hizo fotos en el arroyo que corría detrás de la casa familiar.

Al revelar las placas el señor Wright vio hadas en las fotografías y las consideró falsas.

Sin embargo, como las imágenes estaban relativamente desvaídas y poco definidas, Gardner le encomendó a Harold Snelling nuevos y mejores revelados, en una cantidad suficiente como para satisfacer al público, ya que el interés de los fotógrafos crecía cada vez más.

Se puso en contacto con Gardner y este le prestó copias de las imágenes.

Una eminencia en hadas le dijo que los peinados de los duendecillos eran demasiado parisinos para su gusto.

Gardner dijo que toda la familia Wright parecía honesta y totalmente respetable.

Conan Doyle y Gardner decidieron que si se tomaban más fotografías de las hadas el asunto sería completamente incuestionable.

Solo de este modo, creía él, podría probarse que las hadas eran auténticas.

Mientras, se completó el artículo “Hadas fotografiadas – un suceso memorable”, que incluía las dos fotografías reimpresas y mejor definidas.

Conan Doyle navegó hasta Australia en una gira de conferencias que tenían como propósito extender el evangelio del Espiritualismo.

La edición del The Strand se agotó en unos pocos días tras su publicación a finales de noviembre.

Edward Gardner trajo con él dos cámaras y dos docenas de placas fotográficas secretamente marcadas.

Nunca lo entendió, y decayó la estima que le tenía a Conan Doyle.

Antes, cuando el escritor había mostrado interés en las hadas, Arthur le había tenido en gran consideración; más tarde encontró difícil de creer que un hombre tan inteligente pudiera ser embaucado por “nuestra Elsie, ¡y ella que es la última de la clase!”.

Tanto Conan Doyle como Edward Gardner estuvieron interesados en principio en extender sus propias ideas sobre lo que consideraban lejos de la recepción del público.

En una carta a Gardner dijo: Los alias 'Alice' e 'Iris' que Conan Doyle usó por primera vez para proteger el anonimato de las niñas fueron preservados deliberadamente por Stacpoole.

Esta vez se trajo al clarividente Geoffrey Hodson para verificar cualquier avistamiento de hadas.

Muchos años más tarde Elsie miró una fotografía tomada por Hodson en la que salían ambas y dijo:

En 1981, en una entrevista realizada por Joe Cooper para la revista The Unexplained,[1]​ las primas declararon que las fotografías eran falsas; habían sujetado recortes con alfileres de sombrero.

En las imágenes e impresiones que han llegado hasta el presente, las hadas se ven planas, con una iluminación que no encaja con el resto de la fotografía, como si fueran recortes de papel.

Frances Griffith y Elsie Wright (junio de 1917).
Sir Arthur Conan Doyle (1914).
Arroyo y cascada en Cottingley, donde Frances Griffiths y Elsie Wright afirmaron haber tomado fotografías de hadas, entre 1917 y 1920.