[2] Marx identifica un sistema político en el que los individuos responsables del desarrollo de la política pública y la dirección de los fondos públicos eran los mismos individuos cuyas inversiones debían efectuarse mediante estas decisiones.
[2] Sin embargo, Marx afirma que, si bien esta situación se consideraba intolerable para la burguesía industrial, no estaban en posición de tomar medidas serias contra ella.
[2] Marx afirma en estas obras que Inglaterra, en ese momento, estaba marcando el tono de la sociedad burguesa en general, y atribuye esto a la naturaleza de los desequilibrios comerciales que existían entonces.
Francia, sin embargo, todavía era mucho más agraria, mientras que la clase industrial, aunque era rica y poderosa por derecho propio, no tenía el poder suficiente para llevar a cabo tal confrontación.
Así, Marx concluye que, a pesar del carácter proletario y las consignas de la revolución, el proletariado se utilizó principalmente como apoyo, y que tan pronto como se estableció la nueva república, el proletariado fue más o menos expulsado de los círculos de poder.