El impulso cardíaco es la vibración que se produce debido a la rotación del corazón, que se mueve hacia adelante y golpea la pared torácica durante la sístole.
El acortamiento de estas fibras produce una presión en aumento veloz y provoca la apertura de la válvula aórtica y el movimiento del ápice hacia afuera, lo que da como resultado el PMI.
En ocasiones, el latido del ápice no es palpable, ya sea debido al grosor de la pared torácica o a causa de patologías en las que el volumen sistólico se reduce, como durante una taquicardia ventricular o un choque.
Un déficit del pulso entre el PMI y la periferia puede ocurrir en algunas arritmias, como la contracción ventricular prematura o la fibrilación auricular.
Un latido del ápice continuo, en un examen físico se denomina así la fuerza cardíaca ascendente prolongada durante la sístole, se puede observar en algunas afecciones crónicas como la hipertensión y la estenosis aórtica, especialmente en ancianos y mujeres.