Las personas que usan una laya se conocen como layadores, en euskera: laiariak.
La palabra también está atestiguada como lai, sin la terminación absolutiva pero se usa principalmente en la forma de laya en la actualidad.
[1][2] Otras formas incluyen lain en la región guipuzcoana de Oyarzun, y laixa en Éibar.
Se usaban para airear la o sembrar el campo.
[7][8] En Cataluña se ha usado tradicionalmente una herramienta con el mismo objetivo de airear o sembrar la tierra, denominada fanga o palot.