Reproduce una escena observada desde la terraza de un café con gente, en la que una pareja, con el ayuntamiento de París a sus espaldas, sin apenas detener su paso, se besan breve y rápidamente.
Se la suele considerar tanto un símbolo del romanticismo y del amor joven como una expresiva metáfora del sentido de la vida en la Europa de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
La foto formaba parte de un reportaje que la revista Life dedicó al amor en la primavera de París.
A Doisneau se le publicó una doble página con sus trabajos, todos ellos protagonizados por jóvenes actores[3] que aparecían besándose en determinados lugares pintorescos de la capital francesa.
La imagen se hizo famosa a mediados de los años ochenta tras ser reproducida en un cartel por una editorial parisina.