Lee-Enfield Mark III*

Durante la Primera Guerra Mundial, las normas del Fusil de Infantería Lee-Enfield Mark III, se encontró que era demasiado complicado para la fabricación (un Fusil de Infantería Lee-Enfield Mark III le costaba al Gobierno británico £3/15/-), y la demanda era superior a la oferta, por lo que a finales de 1915, el Lee-Enfield Mark III* se introdujo, que incorpora varios cambios, el más prominente de los cuales eran la supresión de un cargador más corto.

Estos cambios modificaron la designación del arma a la de Lee-Enfield Mark III*, quizá el fusil más famoso de la historia británica.

Australia y la India mantenían y fabricaban el Lee-Enfield Mark III* como fusil estándar durante el conflicto, y el fusil se mantuvo en el servicio militar Australiano a través de la Guerra de Corea, hasta que fue sustituido por el Fusil de Asalto L1A1 SLR a finales de 1950.

El cargador corto se restableció después de haber terminado la Primera Guerra Mundial, y no prescindió hasta 1942.

Fue siempre un arma excelente, con un sable-bayoneta de 457 mm para la lucha cuerpo a cuerpo y la posibilidad de lanzar granadas, ya sean de varilla o mediante una bocacha cilíndrica que se enroscaba al cañón.