Se extinguió alrededor de 1600, probablemente debido a los depredadores introducidos por el hombre.
Sólo se conoce un espécimen semiacabado, además de algunos huesos extraños.
Al esqueleto restante le faltan los pies y los dedos, lo que hace imposible un análisis biométrico SENI per se (Schnirel.
La restauración realizada por el (Proyecto Especies en Bronce), si es precisa, da un valor SENI de .06, lo que indicaría que esta especie podría haber tenido un estilo de vida fosorial o saxícola.
Este eslizón se ve a menudo lanzándose entre la maleza o entre las rocas.