Esta especie es muy apreciada por los amantes de las aves del mundo entero debido a que el macho posee un maravilloso canto equiparable al del ruiseñor común, además poseen unos vibrantes colores y se adaptan con facilidad a la vida en cautividad.
El nombre en español puede resultar confuso ya que el ruiseñor del Japón ni es un ruiseñor (aves de la familia Muscicapidae) ni es originario de Japón.
[2] Algunas poblaciones han sido introducidas en Japón y Hawái donde sólo viven desde los años 80 del siglo XX, también existen varias colonias en Europa de aves escapadas presentes en Portugal, Francia y en España donde está reconocida como especie invasora debido a su establecimiento en la sierra de Collserola, junto al núcleo urbano de Barcelona.
Fue introducido en Francia, Italia, Japón, la isla Reunión y Estados Unidos.
[1] Debido a su potencial colonizador y constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, esta especie ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, regulado por el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.