El leonés oriental es una variante del asturleonés dentro del continuo dialectal noroccidental de la península ibérica, del cual es un bloque dialectal de dos variedades substándar: La estudió por primera vez sobre el terreno y acuñó su nombre Ramón Menéndez Pidal aunque él metía también bajo la denominación de leonés oriental, al asturiano oriental como queda reflejado en su libro El dialecto leonés publicado en 1960 y como monografía en una revista de estudios filológicos en el año 1907.
En Cantabria están intentando que sea declarada Bien de interés cultural.
[2] El leonés oriental es el resultado de la evolución directa del latín tardío de substrato céltico y no del castellano ya que, en algunos aspectos, el leonés oriental conserva rasgos arcaizandes que se perdieron en castellano.
facer/jacer pero se diferencia de éste por el haz de isoglosas muyer/mujer;coxu/coju;y,yos/li,lis y el mio padri/el mi padri, se diferencia del leonés occidental aparte de la aspiración de la antigua "f" latina y las isoglosas antes mencionadas del asturiano oriental también por no tener diptongos decrecientes ni "ll" vaqueira, el leonés oriental y el leonés occidental no están en contacto.
Características propias solo del altoextremeño son: Características propias solo del cántabro son: Aun teniendo la misma identidad, sea por repoblaciones o por evoluciones fonéticas paralelas (evolución de la "f" latina a un sonido aspirado), el cántabro y el extremeño en la práctica son entidades independientes sin relación entre ellas, ha habido algún intento de unificar la lengua literaria[3] que no llegó a cuajar, tal vez por las diferencias en el léxico en lo que difieren bastante debido a su alejamiento geográfico y también por la influencia de lenguas circunvecinas.