Incorporado al arma de infantería, participó como teniente en la guerra del Rif.
Durante la Segunda República fue inspector jefe del Cuerpo de Carabineros con destino en Madrid.
Aguantó en la posición desde el 18 hasta el 19 de julio, cuando a las tropas sublevadas se unieron fuerzas Regulares procedentes de Ceuta y los sitiados abandonaron el edificio.
Se le incoó un expediente para consejo de guerra por rebelión militar el 22 de julio, junto con en el presidente de la diputación, Francisco Cossi, su secretario particular, Antonio Mascalio, el gobernador civil, Mariano Zapico, el oficial de telégrafos Luis Parrilla Asensio, el capitán Yáyez-Barnuevo y el capitán de fragata Tomás de Azcárate García de Lomas.
Juzgado y condenado a muerte el 2 de agosto junto con Zapico, Yáñez-Barnuevo y Parrilla, fue fusilado cuatro días después.