Las antenas son sensiblemente cortas, no alcanzando los 3,5 milímetros de longitud.
Antiguamente, los insectos palo abundaban en la península ibérica, aunque en la actualidad y debido al uso de pesticidas se ha producido una disminución drástica de las tres especies presentes en la misma.
Es muy difícil localizar a esta especie, principalmente por la facultad de mimetizarse con la principal planta de la que se nutre, la retama negra, pero una vez visualizado, el animal es fácilmente identificable, ya que al sentirse descubierto tiende a permanecer quieto o se deja caer al suelo.
[1] Aunque normalmente se pueden localizar desde mayo hasta septiembre, puede encontrarse en meses más fríos.
Las puestas se realizan en el suelo y las ninfas deben sufrir cuatro mudas para convertirse en adultos.