Lerna era una de las entradas al Inframundo, y los antiguos misterios lerneos, consagrados a Deméter, se celebraban allí.
Pausanias dice (2.37.1) que los misterios fueron instaurados por Filamón, gemelo de Autólico.
Como Plutarco (Sobre la adoración de Isis y Osiris) sabía, Dioniso era invocado como Bugenes, ‘hijo del toro’ con una extraña trompeta arcaica llamada salpinx, mientras se arrojaba un cordero a las aguas como ofrenda para el «Guardián de la Puerta» del Inframundo, es decir, la Hidra.
Lerna estuvo poblada ya en el Neolítico, en el V milenio a. C., siendo luego abandonada durante algún tiempo.
En la Edad del Bronce Antiguo el lago Lerna tenía un diámetro estimado de 4,7 km.