Mier y Terán comunicó la situación a Díaz, pues existía el agravante de que Porfirio Díaz Ortega, hijo mayor del presidente y ahijado del propio gobernador, se encontraba en Veracruz.
Díaz respondió con un mensaje cifrado que al ser leído reveló la terminante orden del presidente: "Mátalos en caliente".
Entre los asesinados estaban Vicente Capmany, José Francisco Cueto, Antonio Ituarte, entre otros.
En los siguientes veinte años, Porfirio Díaz no se volvería a presentar en Veracruz, pues no se le perdonaría lo de aquel telegrama y posteriormente en 1907 ordenó reprimir a los obreros en Río Blanco.
En 1911, cuando el caído dictador se dirigía a Veracruz para exiliarse del país, un grupo de bandoleros intentó asaltar el tren, que estaba escoltado por Victoriano Huerta.