[1] La ley definía la composición del jurado en juicios que investigaban la extorsión, corrupción y mala conducta en el cargo, el perpetual quaestio de repetundis.
[2] Anteriormente el jurado estaba reservado exclusivamente a los senadores, como había estipulado Lucio Cornelio Sila, mientras que con la ley se incluirían además los de la orden ecuestre (equites) y los tribunos erarios o del tesoro (tribuni aerarii).
Un caso notable escuchado por el tribunal fue el de Cayo Verres, procesado por Cicerón.
Verres fue la última persona juzgada bajo el sistema establecido por Sila, donde el jurado fue elegido por sorteo entre los senadores.
[7] Finalmente, la lex Aurelia iudiciaria se mantuvo sin cambios hasta la dictadura de Julio César.