La Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela fue una ley impulsada en 2004 por el presidente Hugo Chávez y su primer partido, el Movimiento V República, que reformó el Tribunal Supremo y amplió sus integrantes con doce miembros afines al gobierno, alejando de su cargo a magistrados que habían hecho contrapeso a las políticas del chavismo hasta ese entonces.
[2] Tras el golpe de Estado al segundo gobierno de Hugo Chávez en 2002, donde fue derrocado por cuarenta horas, «el sistema judicial empezó a resentirse», según José Miguel Vivanco, director para América de Human Rights Watch.
Cuatro meses después, el TSJ emitió una sentencia donde se negaba a iniciar una investigación a los cuatro generales que estaban acusados de participar en este.
[3] En 2004 se aprobó la ley, que permitió destituir magistrados mediante una mayoría simple de votos y que amplió la participación en el TSJ de doce a veinte miembros, afines al gobierno, según Human Rights Watch.
[1][2] Su director para América, José Miguel Vivanco, declaró que la ley «convirtió al tribunal en un apéndice del Ejecutivo».