Ley de Colonias de 1868

Buscó rectificar varios problemas que estaban afectando al sector agrícola.

Proporcionó exenciones fiscales y redujo la multiplicidad de impuestos que obstaculizaban la productividad agrícola.

La legislación fue fundamental para transformar las tierras secas (secano) y mejorar el suelo agrícola.

La ley también ofrecía otras ventajas, como madera de propiedad estatal con descuento para la construcción, derechos para explotar canteras y uso de terrenos públicos para talleres, que eran importantes para la inversión en desarrollo agrícola.

La ley también incluía incentivos para el establecimiento de asentamientos rurales y mejoras en los cultivos.