Desde 1905, Francia se convierte en un estado secular, el gobierno francés ha seguido el principio de laicidad, en el que el Estado no reconoce ninguna religión oficial (excepto los estatutos heredados como el de los capellanes militares y la ley local en Alsacia-Mosela).
[cita requerida] La población de Francia es aproximadamente 50% católica, 4–5% musulmana, alrededor del 3% protestante, 1% judía, 1% budista, 1% otras denominaciones y 40% no religiosa (con un 30% de ateos).
[4] Los funcionarios y las asociaciones que luchan contra los excesos de dichos grupos justificaron estas medidas por la necesidad de contar con herramientas legales apropiadas y la necesidad de luchar contra las organizaciones criminales que se hacen pasar por grupos religiosos legítimos.
[5] Francia, al igual que otros países, estaba al tanto de varias tragedias causadas por grupos etiquetados como "cultos destructivos" como el Templo del Pueblo, los Davidianos de la Rama y Aum Shinrikyo y los asesinatos suicidas de la Orden del Templo Solar que ocurrieron en Quebec, Suiza y Francia.
El grupo Coordination des Associations et Particuliers pour la Liberté de Conscience, fundado en enero de 2002, solicitó: la derogación de cualquier ley discriminatoria que contenga la palabra "culto", "secta", "culto" o "sectario", ya que las leyes no deberían especificar grupos como "sectario" o "sectario" como, en una democracia, todos los individuos y grupos deberían ser tratado por igual y de la misma manera.