Su argumento aparece ya en el capítulo II[1] y unas líneas después, su tesis.
Los personajes son el rey pagano Moraván, su hijo Johás, un hombre santo llamado Julio y el caballero Turín.
La disputa entre el Islam, el Judaísmo y el Cristianismo termina con la previsible victoria de este último.
Don Juan Manuel dividió la obra en dos libros de composición bastante heterogénea, pues contiene fragmentos plenamente elaborados frente a otros tan solo esbozados.
Si bien hay diálogos incluso de cuatro interlocutores, no existe la menor acción: sus actantes no tienen otro objeto que dar vida al pensamiento del autor.