La competencia cuenta con tres ligas, con ascenso y descenso entre ellas, además de un torneo final para determinar los campeones.
[1] El nuevo sistema está diseñado para crear partidos más competitivos, con equipos enfrentados a otros de similar fortaleza, al mismo tiempo que genera un mayor interés deportivo y comercial en el fútbol de selecciones nacionales femeninas.
Sin embargo, el sistema todavía da a todos los equipos nacionales la oportunidad de clasificarse para los principales torneos internacionales.
[2][3] La competición comenzará con la fase liguera, con las selecciones nacionales divididas en tres ligas (A, B y C).
Además, los equipos ascenderán y descenderán automáticamente utilizando el mismo formato que en la Liga de Naciones Masculina, aunque no se llevarán a cabo partidos de ascenso/descenso.