En la cédula entregada al visitador Armendáriz no figura el nombre del famoso jurista.
Sin embargo, los indígenas siguieron usando tejos sin marca, lo que llevó a la depreciación de los mismos.
Por estos mismos años ocurrió una fabricación de 4000 a 5000 pesos, realizada por Juan Díaz, un tratante de Santafé, que según el cronista Rodríguez Freyle «no dejó candelero, bacinica ni almirez en la Calle Real que no fundiese y marcase, haciéndolo en tejuelos».
Fue condenado a la hoguera, pero la hija del presidente logró que se le conmutara la pena por azotes y el trabajo en galeras.
Tras 18 meses de gobierno fue suspendido y encarcelado por el visitador Juan Bautista Monzón.