Urdinola Grajales hizo secuestrar a un teniente del Ejército de Colombia, Ricardo Andrés Petersson Bernal y lo torturó porque creía que era el amante de su esposa.
Finalmente lo mató y lo hizo arrojar al río Cauca.
[3] En 2002 cuando El Enano estaba por recuperar su libertad falleció de un infarto en la cárcel.
[6] En ese momento se comentó que Lorena Henao Montoya lo había mandado a envenenar a través de una comida que le preparó el cocinero de la cárcel.
En ese momento aceptó ante la Fiscalía General en Bogotá los delitos de «concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito, testaferrato, fraude procesal, cohecho y falsedad en documento público».
Ese mismo año (2004) sus hermanos Arcángel y Fernando estuvieron detenidos en Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico.
Echeverry (que llevaba un documento falso a nombre de Lucio Quintero Marín) falleció en el acto.
Minutos después del ataque, la policía acorraló a los dos que viajaban a bordo del Hyundai Accent blindado, que decidieron dejar el automóvil abandonado en el sector de la estación de servicio La Mía, corrieron por una cañada donde (tras un intercambio de balazos) fueron interceptados y capturados.
Los otros dos asesinos escaparon montados en una motocicleta de alta cilindrada.