Fundó la revista Mitjorn (1906-1907) y participó en el Primer Congreso Internacional de la Lengua Catalana.
También cultivó la literatura en catalán, y recibió en 1922 el premio Fastenrath de la Real Academia Española por Les Corones y en 1924 el premio Concepció Rabell por Els Sants de Catalunya.
En 1926 el gabinete del dictador Miguel Primo de Rivera dispuso nuevas plazas numerarias en la Real Academia Española para especialistas en lenguas autóctonas españolas: catalán, vascuence y gallego, y Riber fue nombrado en representación de su lengua materna, el dialecto mallorquín del catalán, en la llamada "Sección catalana" (1927-1958).
Durante la Guerra Civil, Lorenzo Riber impartió clases de retórica y poética en el Seminario y en el Instituto Ramon Llull de Palma de Mallorca, donde permaneció tres años, y en la isla continuó sus colaboraciones periodísticas en el diario La Almudaina.
En este pueblo se le levantó un monumento en bronce por subscripción popular, obra de la escultora mallorquina Remigia Caubet.