A éste lo conoció san Francisco de Sales cuando el Santo era estudiante en Padua.
En Venecia en el año 1589 se imprimió la primera edición de El combate espiritual («Combatimento / spirituale / Ordinato / da un servo di Dio.
Posteriormente se hicieron las traducciones al portugués, croato, polaco, armenio, griego, árabe y japonés.
En el siglo XIX, el santo monje ruso Teófanes la parafraseó en el título de su obra El combate invisible, libro que ha tenido por su parte gran influencia en la Iglesia Ortodoxa.
La edición oficial llegó en 1657, cuando el Padre general de los Teatinos Francesco Carafa encargó la elaboración de una edición completa y auténtica del trabajo del Padre Scupoli que pudiera ser reconocida como oficial y definitiva.