Los relámpagos de agosto fue la primera novela del autor mexicano Jorge Ibargüengoitia.
Arroyo lo invita a su camarote para platicar y luego se dirigen al comedor, sin embargo durante el transcurso de la comida Gálvez se levanta de la mesa con el pretexto de dirigirse a los sanitarios y no regresa.
Arroyo no le da mucha importancia y sigue comiendo, sin embargo cuando termina de comer y se dirige a su camarote descubre que Gálvez se había robado su pistola y se había bajado del tren en el pueblo anterior, siendo esta «la primera mala pasada» que le haría el destino a Arroyo.
Arroyo no le da mucha importancia, sin embargo cuando se dispone a rasurarse descubre en los titulares del periódico que el presidente electo había muerto, aparentemente de un ataque cerebrovascular.
Arroyo sale a toda prisa del sanitario y ve lo que él considera una imagen muy acorde a su situación, un grupo de hombres orinando en la barda de la estación.