Este acto conllevaba que Louis-Aimé pudiera utilizar el apellido de Bourbon.
[2] En este seminario ocupaba una casa particular situada en las cercanías y no tenía contacto con los seminaristas regulares.
[5] En 1783, su sobrino Luis XVI le concedió armas y librea propias.
Luis-Aimé presentó sus respetos al papa en sus primeros días en Roma.
[12][13][14] Durante este tiempo en Roma se ganaría una profunda estima del cardenal de Bernis, así como los elogios del papa que lo consideró como un modelo para jóvenes eclesiásticos.
Finalmente, Luis-Aimé no obtendría ningún beneficio eclesiástico de su viaje a Roma y durante el año 1786 comenzó a viajar por distintas ciudades italianas y suizas, incluyendo Lausanne donde coincidió con ilustres personajes como el político y banquero Necker, el príncipe Enrique de Prusia, el abate Raynal; Carlos Jorge, príncipe hereditario de Brunswick-Wolfenbüttel, o el historiador Gibbon.
[19][20] Madame Campan dejó este retrato de Luis-Aimé de Bourbon:Monsieur l'abbé de Bourbon era muy apuesto y se parecía exactamente a su padre; era muy querido por las princesas, hijas del rey, y su fortuna eclesiástica se habría visto incrementada en grado sumo por Luis XVI.
[21][22][23] Así mismo se cuenta con un retrato ovalado en busto, grabado.