Siendo aun muy joven pasó a París a terminar sus estudios, donde sucedió a su padre en el empleo de dependiente u oficial del Tribunal de los mariscales de Francia de la condestablia.
La gran reputación que adquirió por su traducción al francés de los Institutos políticos y militares de Tamerlán, París, 1787, en 8°, dio motivo a que se le encargase la publicación del Diccionario tártaro-manchú-francés, París, 1789 y 1790, tres tomos en 4°, que el P. Amiot había enviado manuscrito desde China al señor Bertin.
Sobre este mismo manuscrito compuso Langlés su Alfabeto tártaro-manchú, París, 1787, en 4° y 1807 en 8°, tercera edición, el cual al paso que le valió excesivos elogios, le atrajo la injusta tacha de haberse apropiado el alfabeto de Deshauterayes, que se había grabado veinte años antes en las láminas de la Enciclopedia.
Citaremos solamente además de las ya notadas: En fin, Langles fue editor o cooperador de muchas otras obras.
También suministró un gran número de artículos a la Biografía universal; y las Memorias del instituto, el Almacén, los Anales y la Revista enciclopédica contienen de él una multitud de Memorias, Noticias y otros fragmentos.