Más tarde logró trasladarse al ejército británico como corneta en el 15.º de Dragones Ligeros.
Al servicio del general Richard Airey, en este rol entregó la orden que llevó a la desastrosa carga de la Brigada Ligera.
En los relatos contemporáneos se culpó a Nolan por no comunicar correctamente el pedido, ya sea accidental o deliberadamente, mientras que algunos historiadores modernos comparten la culpa también con Lord Raglan, líder de las fuerzas británicas en la guerra de Crimea, y la caballería al mando de Lord Lucan.
Tras un mensaje supuestamente erróneo, o malentendido, y tras 40 minutos de discusión, Lucan ordenó a la Brigada Ligera marchar contra las baterías rusas.
Cardigan afirmó que Lucan le había ordenado atacar a pesar de señalarle la artillería rusa.
Cuando Lucan, que venía detrás con la Brigada Pesada, vio a la Ligera ser destrozada por la artillería rusa ordenó retroceder diciendo que «han sacrificado la brigada ligera, No tendrán a la Pesada, si puedo evitarlo».