El vocalista y guitarrista Kevin Shields se hizo cargo del proceso: buscaba un sonido en particular para el álbum, para lo que utilizó varias técnicas como guitarras rasgadas con el brazo de trémolo, loops de batería sampleados y voces oscuras (detrás de la música y poco perceptibles).
Según el líder de la banda «cuando vieron que no era posible, se asustaron».
[10] En septiembre, después de varios meses poco productivos, la banda decidió cambiar a los estudios The Elephant and Wapping, donde pasaron otras ocho semanas sin muchos avances.
Según el ingeniero Guy Fixsen: «No nos permitían escuchar mientras alguno de los dos hacían sus partes vocales.
Green recordó después, «habían pasado dos años desde el comienzo, y llamé a Shields llorando.
Shields replicó diciendo que estas preocupaciones eran «histeria de gente mal informada».
[22] Como la habitual banda prolífica estaba inusualmente tranquila, la prensa musical del Reino Unido comenzó a especular.
Melody Maker calculó que el coste total de la producción del álbum llegó a alcanzar las 250.000 £; no obstante, McGee, Green y Shields cuestionan esta cifra.
[23] Shields después afirmó que la mayoría del dinero gastado fue el de la propia banda, mientras que «Creation seguramente solo gastó entre quince y veinte mil libras de su dinero, y ya está.
[28] «No fue en absoluto colaborativo», expresó Alan Moulder sobre el papel de Shields en la grabación del álbum.
Insistió diciendo que «en ninguna otra banda tocaban la guitarra como yo […] Lo hacíamos todo con el brazo del trémolo».
[36] Todas las piezas de batería excepto dos son samples interpretados por Colm Ó Cíosóig.
[38] Ó Cíosóig se recuperó lo suficiente para tocar en vivo en dos de las canciones del álbum, «Only Shallow» y «Touched», esta última compuesta e interpretada completamente por el batería.
[41] Según Shields, como la banda había pasado tanto tiempo trabajando en las voces del disco, «no podía tolerar las voces realmente cristalinas, donde solo se oye una voz», ya que «debía de ser más como un 'sonido'».
[52] Para recrear los tonos altos de Loveless, Shields contrató a la flautista estadounidense Anna Quimbly.
Tenía media pinta de cerveza; tocaron su primera nota y fue tan alta que mandó el vaso volando».
El crítico Mark Kemp comentó sobre la gira: «Después de treinta segundos comienzas a sentir la adrenalina, la gente grita y agita los puños.
[54] Aunque Shields se temía un linchamiento por parte de la crítica,[55] las reseñas sobre Loveless fueron casi unánimemente elogiosas.
El crítico Dele Fadele vio a My Bloody Valentine como la «antesala» del género shoegaze, y escribió: «Con Loveless podías esperar que la sociedad británico-irlandesa sucumbiese antes la parodia de sí mismos o que imitaría The Scene That's Delighted To Eat Quiche [...] Pero no, 'Loveless' dispara una bala de plata hacia el futuro, pidiendo a todos que se atrevan a probar y recrear su mezcla de estados de ánimo, sentimientos, estilos y, sí, innovaciones».
Loveless rezuma un sonido balsámico que primero te abarca y después pulveriza lentamente el frenético estrés de la vida».
Desde el diseño de la portada con su neblina rosa hasta los sonidos ambientales que unen las canciones, Loveless reparte en todos los frentes».
Además, la banda ponía trabas a la promoción de Loveless, no permitiendo que se extrajese ningún sencillo y prohibiendo que se pudiese poner el nombre de la banda en la portada.
Recuerda: McGee rescindió el contrato con My Bloody Valentine poco después del lanzamiento del disco porque no podía soportar volver a trabajar con Shields; «Era o él o yo», le contó a The Guardian en 2004.
[7] Aunque, en la revisión que hicieron en 2003, bajó al puesto número dos, intercambiando posición con OK Computer de Radiohead.
Dijo: «Hicimos un álbum lleno de material medio terminado y simplemente lo abandonamos, merecía eso mismo.
[72] Más adelante explicó: «Simplemente dejé de hacer discos, y supongo que eso debió parecerle raro a la gente.
Y siempre me prometí a mí mismo que nunca haría eso, sacar un disco peor».
El crítico musical Jim DeRogatis escribió en Turn On Your Mind: Four Decades of Great Psychedelic Rock que «los sonidos futuristas de este disco único han posicionado a la banda como una de las más influyentes e inspiradoras desde The Velvet Underground».
[5] Brian Eno elogió el álbum y afirmó, respecto a la canción «Soon», que «es un nuevo estándar para la música pop.
[77] Billy Corgan de The Smashing Pumpkins comentó a la revista Spin: «Es raro que en música basada en guitarras alguien haga algo nuevo [...] En ese momento, todo el mundo estaba como, ¿Cómo coño hacen eso?