Loxosceles hirsuta

Habita en regiones templado-cálidas y cálidas del centro de Sudamérica.

Esta especie fue descrita originalmente en el año 1931 por el zoólogo aracnólogo brasileño Cândido Firmino de Mello-Leitão, con el nombre científico de Loxosceles hirsutus.

[5]​ Como en otros integrantes del género Loxosceles, L. hirsuta presenta patas largas y finas; los quelíceros están fusionados en las bases; exhibe sobre un algo deprimido cefalotórax un notorio surco longitudinal; y cuenta con 6 brillantes ojos, los que forma una disposición en triángulo con el vértice apuntando hacia el frente, al poseer un par anterior y un par a cada lado.

[6]​ Esta especie se distribuye en el centro de América del Sur en Brasil, Paraguay y la Argentina.

Es nocturna y sedentaria, tejiendo una irregular tela blanca bajo rocas, entre troncos o escombros, bajo la corteza de los árboles o en menor medida en forma sinantrópica, en gallineros, galpones, garajes, etc. Se oculta fácilmente detrás de cuadros o muebles, en hendiduras de paredes, etc.[7]​ Esta araña no es agresiva, solo puede morder si se la intenta capturar o accidentalmente se la comprime sobre la piel al introducirse entre la ropa, toallas, sábanas, zapatos, etc.[6]​ Es peligrosa para los seres humanos ya que cuenta con glándulas venenosas que producen varias toxinas (la más importante es la esfingomielinasa), las que al ser inoculadas por una mordedura, producen una enfermedad denominada “loxoscelismo”, la que genera una escara necrótica ulcerosa alrededor de la mordedura, sobre una superficie que puede llegar a los 20 cm de diámetro.