Se trata de una artesanía compuesta por pequeñas piezas que no superan los 20 centímetros, modeladas en greda y pintadas a mano, brillantes y muy coloridas que recrean imágenes costumbristas con bastante detalle.
En dicho lugar continuaron realizando piezas en cerámica policromada y perfumada hasta el fallecimiento de sor María del Carmen de la Encarnación Jofré en 1898, con lo cual dicha tradición se perdió entre las religiosas.
[8][10][11] Esta tradición heredada por la familia Díaz Jorquera de Talagante prosigue hasta la actualidad, convirtiéndose incluso en obsequio para altas autoridades.
[17] Sin embargo, hacia fines de los años 1990 ya habían fallecido casi todas las monjas que realizaban dicho oficio, por lo que nuevamente la artesanía se consideraba extinta.
[21] También han realizado exposiciones temáticas, como por ejemplo con figuritas relacionadas al proceso de la Reforma Agraria, expuesta en el Museo Histórico Nacional en 2017.