Tras la muerte de su padre en 1955, Lubomír Martínek y su madre se trasladaron desde České Budějovice a Praga.
[1] Su trabajo en prosa Opilost z hloubky (2000) trata sobre las dificultades que encuentra un emigrante al regresar a su tierra natal.
[1] Dentro de su producción ensayística destaca Mýtus o Lynkeovi (2008), galardonada con el premio Tom Stoppard en 2009.
Martínek utiliza la alegoría de los argonautas para indagar sobre lo que significa ver y entender: en concreto, reflexiona sobre cómo la educación recibida acaba con la personalidad individual y lleva a interpretar la realidad de forma automática.
Esta misma línea de pensamiento también está presente en Muškátový oříšek (2012), si bien es este un texto autobiográfico; un viaje a Indonesia sirve para que el autor se redefina a sí mismo en relación con el tipo de vida convencional.