Es considerada sierva de Dios en la Iglesia católica.
A los 18 años decidió hacerse religiosa, entró a la Congregación de la Caridad de Santa Juana de Antida e hizo su noviciado en Nápoles.
Fue enviada por su congregación, en 1856, a fundar un conservatorio intitulado a San José en Imola, Boloña (Italia), con el fin de educar a las niñas de la sociedad.
Las religiosas fueron expulsadas por la nueva administración laica y anticlerical, pero el obispo de Imola, pidió a Noiret que se quedara en Imola para hacerse cargo de la escuela.
Ahora se encuentra en la Santa Sede, por lo que en la Iglesia católica, según este proceso, es considerada como sierva de Dios.