Se desempeñaba en la posición de centrocampista.
Se generó cuando quiso gastar una broma a un amigo joyero, Bruno Tabocchini.
Fingió ser un atracador en su establecimiento.
El comerciante, que portaba siempre un arma por miedo a posibles asaltos, estaba de espaldas cuando entró Luciano y grito: Esto es un atraco.
El joyero sin mediar palabra se volvió y le disparó a bocajarro.