Rostro juvenil agraciado, propio de las damitas jóvenes que pueblan el cine latinoamericano de los años cuarenta, estudia en el Colegio María Auxiliadora y cuando apenas está terminando la enseñanza secundaria se interesa de inmediato por el cine, aunque no tiene formación previa como actriz.
Tras esto, en rápida sucesión, en los tres años siguientes filma varias películas con José Bohr,[1] en algunas de los cuales muestra, en papeles de coprotagonista, signos de una cierta madurez interpretativa que no logra desarrollar porque su carrera se interrumpe prematuramente.
Su última película, La Rosita del Cachapoal, dirigida por Enrique Soto, fue una producción muy modesta que apenas si se exhibió.
Marcó una era de la cinematografía chilena en épocas de otras brillantes intérpretes como María Teresa Squella, Chela Bon, Horacio Peterson, Enrique Rivero (actor que había trabajado con Jean Cocteau) y Ana González Olea.
), un piloto Comercial con múltiples actividades en empresas aeronáuticas tanto nacionales como en el extranjero: el matrimonio acabó siendo anulado sin que hubieran llegado a tener descendencia.