Blas Infante era un nacionalista andaluz de izquierdas que había participado en algunos partidos republicanos.
El fusilamiento se produjo al norte de la ciudad de Sevilla en 1936 y en los años 80 se colocó un monumento en ese lugar, realizado en bronce y mármol blanco.
El monumento, que comenzó a levantarse en 1983 y cuyo proyecto original del arquitecto José Ferrari sufrió con posterioridad modificaciones, se ha concebido como un espacio, a la manera de plaza rectangular, en el que se reparten parterres con vegetación y en cuyo extremo sur se encuentra el conjunto escultórico.
La composición, debida al escultor sevillano Sebastián Santos Calero y al arquitecto Juan Escribano, está formada por un basamento en el que se ubica un pedestal del que emergen dos columnas de mármol jónicas, las cuales sostienen una pieza de bronce en la que pueden leerse en la parte delantera: "Andalucía debe cumplir un ideal como realidad distinta y completa, como unidad espiritual viva, consciente y libre".
La estatua tenía 2,10 metros de altura que representa a Blas Infante con los brazos abiertos en actitud consciente a la espera de recibir los disparos mientras se dirige al pueblo andaluz.