En 1928, con 18 años conoce a Gerardo Diego, profesor suyo en el Instituto Jovellanos de Gijón, comenzando una amistad que duraría toda la vida.
En 1936 ve la luz su primer poemario, Suite alucinada, muy influenciado por el creacionismo, movimiento en el que el poeta se inscribe en esos momentos, junto con Gerardo Diego y el poeta Juan Larrea.
Tras la Guerra Civil, es encarcelado en varias ocasiones por haber pertenecido al bando republicano; tras salir de prisión trabaja como profesor de literatura de ciclo medio en Orense, donde funda la revista Posío y crea un círculo literario con alumnos y exalumnos, entre los que se incluyen los poetas José Ángel Valente y Pura Vázquez.
Como protesta ante el régimen dictatorial, Luis Álvarez Piñer se condena a sí mismo al silencio y no vuelve a publicar más que en colaboraciones esporádicas.
La obra logra el Premio Nacional de Poesía el año siguiente.