Ocupó el cargo de Subsecretario para América Latina y el Caribe en la Secretaría de Relaciones Exteriores durante el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.
El embajador de Alba ha sido Representante Permanente ante Naciones Unidas en Nueva York y ante los Organismos Internacionales en Ginebra.
Ha participado en numerosas reuniones multilaterales a nivel global y regional, adquiriendo un conocimiento sustantivo del trabajo y funcionamiento de los organismos multilaterales, en particular los de Naciones Unidas.
En estos foros ha impulsado la mejoría de los derechos humanos, los asuntos humanitarios y el estado de derecho, el desarme, la lucha contra el cambio climático y la promoción del desarrollo, incluyendo a través del fortalecimiento y mejoría de los mecanismos internacionales relevantes.
Entre otras responsabilidades, coordinó la participación de las delegaciones mexicanas a diversas reuniones internacionales, en particular a la Conferencia Mundial contra el Racismo (Durban, Sudáfrica, 2001) y a la Sesión Especial de la Asamblea General en favor de la Infancia (2002).
En 2002 promovió la resolución anual de la Asamblea General para proteger todos los derechos humanos y las libertades fundamentales durante la lucha contra el terrorismo, un primer paso que, combinado con las resoluciones de la Comisión de Derechos Humanos y del Consejo de Derechos Humanos, llevó al establecimiento del Relator Especial del Consejo sobre este asunto.
Impulsó y logró diversas medidas para garantizar la completa participación de la sociedad civil y en particular de personas con discapacidad en la elaboración del Instrumento.
Fue nominado para el premio Chatham House (2011) por su papel como jefe negociador en esta reunión de alto nivel.
Participó activamente en la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible Río+20 (Rio, Brasil, 2012) y fue elegido vicepresidente del ECOSOC (2012).