Es una figura prominente del movimiento literario conocido como "criollismo" Sus estudios básicos los cursó en Traiguén, su ciudad natal.
Desde muy pequeño sintió inclinación por la literatura, pero debido a la falta de recursos, para poder obtener algún libro tenía que ingeniárselas.
Los primeros años en Santiago fueron bastante duros; había llegado en condiciones muy modestas, según refieren sus amigos, amparado por su medio hermano Manuel Manríquez, quien, luego de mostrarle la catedral «para que se fuera acostumbrando», lo llevó a vivir al barrio del matadero municipal (barrio Franklin).
Volvió a Santiago en 1920 para integrarse en el ambiente literario, que por ese entonces, animaban Joaquín Edwards Bello, José Santos González Vera y Mariano Latorre, entre otros, en las tertulias de Carlos George Nascimento.
En 1929 publicó Tierra de pellines, novela que lo consagró como escritor, y en 1934, presentó Mercedes Urízar, para muchos su mejor obra.