Esto facilitó su recepción en el ámbito mercantil y fue un hito en la literatura económica en lengua vulgar, especialmente relevante para los comerciantes de la Castilla renacentista.
[1] Saravia rechazaba cualquier teoría del precio basada en el costo de producción.
En su lugar, propuso que el precio justo se determina por factores de mercado como la oferta, la demanda y la escasez, siendo el precio del mercado el justo "excluyendo el engaño y la malicia".
Abogaba por que los bancos mantuvieran un coeficiente de caja del 100%, pues consideraba que recibir intereses en depósitos a la vista era incompatible con la naturaleza del contrato de depósito.
[3] La obra de Saravia fue bien recibida, especialmente en Italia, donde se tradujo al italiano en 1561.