[1][2] Nacida en una familia acomodada de Novelda -su padre, Antonio Gómez-Tortosa, detentaba el título pontificio de Conde de Gómez-Tortosa, concedido por el Papa Benedicto XV- poseía numerosas propiedades.
Residía normalmente en Madrid, aunque pasaba temporadas en su pueblo natal.
[1] Fundó el Sindicato de Obreras de Novelda y se convirtió en una propagandista destacada del catolicismo social.
[1][3] Hizo donación al Ayuntamiento de Novelda de una casa modernista para archivo municipal, entre otras propiedades, y cedió al obispado de Orihuela un chalet que se convirtió en residencia episcopal en 1925, después en el Instituto Religioso de Cultura Femenina (una residencia femenina para estudiantes universitarias), en cuyo solar se encuentran en la actualidad las oficinas del obispado de Orihuela-Alicante en la ciudad de Alicante.
[1][4] Sus restos fueron trasladados al panteón familiar en Novelda.