A partir de 1901, según cuenta en sus escritos, inició a tener visiones del Sagrado Corazón de Jesús.
[1] En 1906, a causa de las leyes anticlericales en Francia, las monjas tuvieron que abandonar el monasterio de Romans.
Ella junto a algunas de sus compañeras continuaron haciendo vida de monja refugiadas en Turín (Italia).
Fue durante este periodo que empezó a concebir la idea de un apostolado del Sagrado Corazón para los sacerdotes.
El 14 de mayo del siguiente año murió en dicho monasterio.