Luisa Rojo

Al poco tiempo comenzaría con el color, aunando los tres pilares: técnica, proceso y resultado.

Ya en los años 90, la experimentación mediante la manipulación de la imagen la llevó a la utilización de las fotocopias, denominado Copy Art, ya que esta técnica permite la inmediatez, por tanto cambia las medidas de ritmo y tiempo que permitía fugacidad, las imágenes analógicas positivadas eran fotocopiadas e intervenidas mediante el collage, para finalmente reproducirlas fotográficamente.

En el 83 preparó la exposición M-30 que se expondría en las galerías Moriarty de Madrid en 1983 y Spectrum en Zaragoza en 1984, e impreso finalmente en Cibachrome.

Su obra fotográfica se viene exponiendo regularmente de manera individual y colectiva tanto en galerías como en museos desde 1977.

[9]​ Comisariada por Rosa Olivares, en la Fundación Telefónica de Madrid en el año 1994, se presenta la exposición Mujeres.

La obra de Luisa Rojo, intervención y abstracción ISSN 1131-5598,.

Para la exposición “Alas rotas” con ocasión de su participación en el primer Festival Huesca imagen en el año 2002, la crítica de arte y editora Rosa Olivares escribió un extenso estudio de la obra de Rojo en la que afirma:Rojo niega y reafirma al mismo tiempo el lenguaje fotográfico, lo niega al regresar al papel, al incluir el texto manuscrito en los acetatos, pero la reafirma con la utilización del acetato que cierra y engloba todo lo que hay debajo de él, afirmando así que “todo” es fotografía: el papel digitalizado, los textos, los colores,... todo queda dentro de la fotografía.

En esta exposición la autora manifestó que:"quiero hacer visible a la mujer y un reconocimiento al feminismo, a su bien hacer en la historia, en la parcela en la que le han permitido vivir, transmitir la cultura, la vida, la crianza, habito y habilidad mantenida por la mujer.