Luz Palomares

La anciana madre de Luz murió en el acto por la cruel impresión que le proporcionaron en momento aciago; los demás acompañantes se dispersaron y Luz Palomares hecha prisionera fue llevada a Victoria de Las Tunas y encerrada en el Cuartel de las 28 columnas, aunque por poco tiempo, pues ese mismo año, la trasladaron al vivac del Barrio de San Andrés en Holguín y de aquí por tiempo indefinido, a “La Periquera”, cuartel de caballería que le dieron por cárcel permanente.

Recogida por la familia Manduley Salazar, permaneció allí hasta que fue firmada del Pacto del Zanjón, un día antes de que se cumpliera la sentencia de fusilamiento de su padre en Guáimaro.

Esta pena le fue conmutada por la de destierro a otra región.

Baracoa fue el lugar escogido, y allí sentaron los Palomares hogar definitivo.

El General, Francisco Sánchez Echevarría, abrazola y ante toda la tropa colocada en posición de atención, le dijo: "Por su acción heroica hemos triunfado en la batalla de hoy, ha ganado Ud.