El objeto fue recuperado en la zona del yacimiento La Roche-Cotard II, fue descrito científicamente por primera vez en enero de 2000 [1] y se atribuye a los neandertales debido a su edad.
Fue descubierto a finales del siglo XIX durante la construcción de una línea férrea y su estudio se inició a principios del siglo XX.
Los artefactos hallados son todos del periodo musteriense, la cultura neandertal.
La piedra fue a continuación retocada ligeramente para aumentar su parecido con la parte superior de una cara.
Este hallazgo, como otros contemporáneos, confirma que los neandertales ya poseían habilidades artísticas y pensamiento simbólico equivalentes a los del Homo sapiens.