Los doctores de la peste trataban a los pacientes según su acuerdo y eran conocidos como médicos municipales o comunitarios "de la peste negra", mientras que los "médicos generales" eran doctores separados y podían estar en la misma ciudad o pueblo europeo al mismo tiempo.
En tiempos medievales el alto número de muertes debido a la peste bubónica en un pueblo creaba un desastre económico.
Los médicos comunitarios de la peste negra eran muy apreciados y recibían privilegios especiales.
[1] Esto se pensaba servía de protección para el médico del mal aire miasmático.
[1] En algunas ciudades europeas como Florencia y Peruggia, se les pedía a los doctores que realizaran autopsias para determinar la causa de la muerte y cómo la peste jugó un rol en ella.
[13] Esta asesoría variaba dependiendo del paciente, y luego de la Edad Media la naturaleza de la relación entre el doctor y el paciente fue gobernada por un código ético cada vez más complejo.
[16] Un famoso doctor de la peste negra que daba consejos médicos sobre medidas preventivas contra la plaga fue Nostradamus.
[19][20] En Traité des fardemens, Parte A Capítulo VIII, se muestra que Nostradamus también recomienda no sangrar al paciente.