Fue la primera dirigente en hacerle un juicio a una barra de su propio club.
Se destaca por su combate contra la violencia y la corrupción en el fútbol argentino.
Tuvo que soportar presiones, amenazas y llamadas intimidatorias.
Mónica participó en el documental «Fútbol Violencia S.A.» (2009) del director Pablo Tesorieri en 2009.
[9] En 2009 presentó, en el Centro Cultural La Salita, su propia obra de teatro Salvemos al Fútbol: Hagamos el amor y no la guerra'» con la dirección de Gerardo Dispenza.
[10][11] Dijo estar cansada de pelear sola contra el sistema y cuestionó las políticas del gobierno con respecto a la violencia en el fútbol.